Makiwara

El Makiwara y su uso

Este consiste en una madera sujeta al piso o a una muralla, que tiene cierto grado de flexibilidad y va  forrada con cordel u otro material que acolche el golpe.
Su uso es muy recomendable pero con muchas precauciones. El objetivo no es que los nudillos crezcan y se deformen ni que se pierda la sensibilidad. Se trata de que el golpe sea técnicamente bien dado, con la zona que corresponda y la correcta posición del cuerpo y que los huesos incrementen su densidad, los cartílagos, ligamentos y tendones también y los músculos se contraigan en conjunto.

La piel se irá engrosando gradualmente sin deformarse ni herirse.
El uso incorrecto puede acarrear muchas lesiones, algunas irreversibles, especialmente a la vista y articulaciones por eso el entrenamiento debe ser supervisado y continuo.
Al principio no se debe golpear con fuerza sino que relativamente suave y mantener un momento la contracción. Esto llevará a estimular el fortalecimiento de las células óseas y a la corrección y fijación de la técnica.
En la medida que se va avanzando se puede golpear con mayor fuerza y velocidad cuidando de no lesionarse.
Los golpes deben ser dados observando ma ai, distancia correcta, sin impactar al final del recorrido de la técnica, sino que un poco antes.

Hay que cuidar la trayectoria del codo, la posición de los hombros y la respiración.
Si se va a comenzar su entrenamiento hay que pensar en mínimo un año o año y medio para obtener resultados, manteniendo la periodicidad y constancia.

Elección de katana y boken

  • Saya de madera, sin adornos, sin acanalados que impidan el suave deslizamiento de la hoja.
  • Sageo de seda de unos 20 cms. más largo que la Saya, con un nudo corredizo como a diez cms. de la Kurikata.
  • Kurikata situada como a 11 cms. de la embocadura, más alejada no sirve.
  • Tsuba que no esté suelta.
  • Tsuka envuelta en hilo de seda (Tsuka Ito) y firmemente sujeta. Se recomienda revisar el tarugo de bambú que es la única forma de sujeción de la hoja.
  • En el caso del boken se requiere que sea robusto, de madera sólida y que la veta siga la forma ya que de otra forma se partirá.
  • No necesita Tsuka. La punta debe estar bien terminada y debe ser arreglada cuando se va rompiendo con la práctica del Kenjutsu.
  • Tiene que ser curvo.
  • Madera sin nudos ni grietas.
  • Superficie lisa sin astillas.
  • Que no esté pintado de manera que se pueda observar la veta.

Aniversario 41

No sabemos cómo va a evolucionar la pandemia, pero si estamos seguros de nuestro propósito de avanzar en la senda y hasta ahora nos hemos adaptado con clases en línea y presenciales cuando se puede.

El interés no ha decaído y tenemos un precioso Dojo, como nunca antes habíamos tenido, especialmente gracias a la dedicación de Bernardo (QEPD) junto a la constancia y entusiasmo de muchos. Así nos encuentra el aniversario número cuarenta y uno, funcionando, con muchos proyectos y con un gran sentimiento de amistad y fraternidad.

Las historias son muchas, como para escribir un libro. Lo principal es que fundamos esta escuela con un propósito muy definido: enseñar lo más cercano a la tradición, a los principios técnicos y filosóficos y para todos.

Esto suena de perogrullo, pero ocurre que en esa época el karate competitivo estaba popularizándose produciendo una escisión con lo tradicional: la competencia, la violencia, los problemas típicos de todos los deportes, luchas de poder y tantas otras cosas, a nuestro parecer se estaban irremediablemente alejando de la raíz.

Después de comprobar repetidamente que nuestro camino no era ese, nos aventuramos a seguir nuestro ideal manteniéndonos al margen de las competiciones y federaciones. Fue difícil, pero con el tiempo se demostró que fue acertado.

Así hemos conformado una gran familia y tenemos un alto nivel en las artes marciales, estamos cosechando los frutos y siempre tratando de hacerlo de la mejor manera de acuerdo a los tiempos.

Tenemos mucho que agradecer, ya que esta tarea no es de una sola persona y hemos sido muy beneficiados de la gran calidad humana, generosidad y dedicación de muchos.

Similitudes y diferencias


Después de varios años de practicar Karate Do, fui observando que muchos grandes exponentes también eran entusiastas practicantes de otras artes marciales, especialmente Kobudo. Fue por ello que le pedí a Sensei Raúl que me enseñara, y él me hacía repetir incansablemente un movimiento – quizás con la esperanza que me aburriera – lo que no ocurrió, a pesar de los grandes raspones y ampollas en las manos. Así comencé a practicar Kobudo, también Judo, Aikido, Iaido y Taichi, y aunque al comienzo advertía muchas diferencias, con el tiempo me di cuenta que éstas eran superficiales y no esenciales.

Estas prácticas me permitieron mejorar la técnica y la comprensión de los fundamentos. Es así que el Aikido se me hizo muy familiar, lo mismo el Iaido y su relación con el karate. A fin de cuentas, los principios fundamentales que cimentan éstas practicas son los mismos: el Ki, el Yin y Yang, el ceder, el moverse desde el centro, el Kokyu, Irimi y Tenkan, entre otros.

También supe que muchos famosos samurái fueron grandes calígrafos o artistas del Sumie y eso me llevó a acercarme a esas artes. El Maestro Akamine era un gran exponente y recuerdo haber observado con admiración varias de sus obras.

Con el tiempo fui experimentando esta relación y comprobando que la práctica de un arte, beneficiaba la ejecución de los otros, especialmente en el nivel de la comprensión, por lo que las fui incluyendo en mis enseñanzas. Y el resultado fue excelente, con karatekas de gran nivel, que practican Kobudo y Iaido, por ejemplo.

Es muy interesante poder ir descubriendo y adquiriendo las habilidades y conceptos que hay detrás de cada disciplina, y esto significa apertura y trabajo. Porque si bien las similitudes nos ilustran y nos ayudan a perfeccionarnos, las diferencias también lo hacen y hay que respetarlas, y no creer que porque se maneja bien un arte, hay garantía de hacer lo mismo con otras, por ejemplo un kobudoka que toma una katana como si fuera un nunchaku o al revés. Las diferencias también existen y tienen su razón de ser: un bo golpea y una katana, por el contrario, no golpea sino que corta, por tanto la forma de moverla y tomarla tiene su particularidad.

Y no se trata de mezclar o agregar técnicas de un arte en otro – como algunos creen – porque ya hemos visto que las mezclas no han perdurado. Un ejemplo extraordinario de esto fue Arturo Petit que traía a los exponentes de moda de cada arte, como kung fu y full contact entre otros y asimilaba los rudimentos técnicos. Es así como en una época se veía en su escuela Kempo a todos haciendo shotokan, después era boxeo chino y luego full contact.

Sin embargo, esto permitió que pudiéramos conocer a grandes exponentes como Dominique Valera, Benny Urquidez, Bill Wallace y tantos otros. Me impresionaron especialmente unos actores chinos de películas que mostraban cómo hacían las escenas de lucha: iniciaban con una rápida secuencia de movimientos y luego comenzaban a hacer todo muy pausado para simular una cámara lenta. De pronto uno le ponía el puño en la cara y el otro apretaba su rostro contra el puño aparentando un golpe y caía de manera espectacular, como verdaderos maestros de la simulación. También fue interesante descubrir que el barrido más rápido del mundo era lento, pero muy bien aplicado. Valera, que era muy fuerte, les daba unos golpes contundentes en la cabeza a sus uke, de manera que estos luego, en cuanto veían venir el puño, se tapaban la cara y la vista con los guantes, por lo que él podía barrerlos cómoda y espectacularmente. También pudimos apreciar cómo un famoso profesor de karate haciendo una demostración de iaido, guardaba la katana al revés; error garrafal y solo digno de un principiante sin conocimientos.

En otro momento apareció el Maestro Choi de Hapkido y fue un gran éxito, saliendo repetidamente en la televisión, ya que era muy simpático y sonriente. En una ocasión, hizo un truco muy bueno, como cortar una sandía en el estómago de un voluntario acostado. Aquí el truco era que entre ambos había una hoja de papel de diario (esto impide a una hoja, por afilada que esté, cortar)… pero igualmente causó sensación.

Así fue como aprendimos de las cosas verdaderas y las falsas, y todas esas experiencias también, nos sirvieron para ampliar nuestro horizonte marcial.

Invito a conocer diferentes artes marciales, sobre todo si uno se dedica a la enseñanza, asegurando que será de gran provecho.

 

 

 

Los Kata Go Dan: genialidad del Maestro Seiichi Akamine

Katas Go Dan (de derecha a izquierda)

 

El sistema de cinco Katas básicos es único en el mundo del Karate Do y es una muestra más de la genialidad de su creador, el Maestro Akamine.

Son cinco katas con cinco movimientos cada uno. Y esto no tendría nada de particular, pero lo interesante es cómo ayuda al conocimiento del arte, de sus técnicas básicas, a la aplicación de las mismas y a la forma en que éste conocimiento sea y esté siempre accesible.

Aprender muchas cosas sin un orden ascendente de dificultad ni relación con un concepto, la verdad es que no ayuda al avance del practicante. Es como querer aprender un idioma memorizando palabras sueltas. Así se aprenden muchas cosas pero también se olvidan. Con los Kata Go Dan se puede obtener el conocimiento en orden y de forma que sean fácilmente recordables.

Eso es porque estos kata fueron creados en acuerdo con ciertos principios nemotécnicos, como es el número cinco. Al tener cinco dedos, tenemos por lo mismo, un esquema cerebral en base a cinco. Recordar cinco cosas es relativamente fácil, más ítems lo van haciendo más difícil. Es así que tenemos cinco kata, lo que constituye una especie de archivador en la memoria que contiene cinco cajones. En cada cajón hay cinco carpetas y dentro de las carpetas, cantidad variables de conocimientos.

Estos kata abarcan prácticamente la totalidad de técnicas que pueden ser ejecutadas con manos y brazos: bloqueos, golpes con el codo, con los cantos de la mano, con la palma de la mano y con el puño.

Los Kata Go Dan son:

  • Uke (Bloqueos)
  • Enpi (Golpes de codo)
  • Tegatana(Golpes con el canto de la mano)
  • Teisho(Golpes con la palma de la mano)
  • Tsuki(Golpes con la mano cerrada)

Como el karate es en esencia defensivo, el practicante comienza aprendiendo la defensa a través de Uke Go Dan, que corresponde a cinco movimientos de bloqueo: zona alta, zona baja, zona media hacia fuera, zona media hacia adentro y zona media circular. Una vez que se aprende en forma correcta cada movimiento en su trayectoria y estructura, se repite para fortalecer la técnica y hacerla en forma natural.

Luego de sentadas las bases con estos cinco katas, se aprenden las aplicaciones o bunkai básicos del uso de cada movimiento y más adelante, según el grado, se van agregando los de mayor dificultad, mientras se continúan perfeccionando los ya aprendidos, hasta incluir con derribamientos. De esta forma, el practicante recordará e integrará muchos usos de manera muy efectiva y podremos hablar, por ejemplo, de la segunda aplicación del tercer movimiento de Enpi Go Dan y entendernos.

Estos kata tienen los mínimos movimientos de desplazamiento, ya que su finalidad no es esa, sino más bien hacer el movimiento con una base sólida. Su práctica constante dota al practicante de mucha versatilidad, fortaleza y velocidad, y le entrega un completo bagaje de los conocimientos básicos fundamentales.

En ningún otra Escuela existe este conjunto de kata tan simple y tan efectivo en el aprendizaje y comprensión del estilo. De este modo, tenemos un gran abanico de técnicas con sus usos, que dotarán al practicante de una gama muy amplia de conocimientos en forma difícil de olvidar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cinturón Rojo

Es conocida la historia de cómo se fueron originando las graduaciones en las artes marciales. Cuando el profesor tenía pocos alumnos, lo que era muy usual, no era necesario ningún tipo de grado porque él conocía perfectamente el avance de cada uno. Con el tiempo los practicantes más antiguos lucían cinturones más oscuros por el uso y porque no se acostumbra lavarlos, ya que la tradición enseña que estos toman la energía de quien los usa. Es así que los principiantes lucían cinturones blancos, y pasando por diferentes gamas hasta algo como marrón para los más avanzados. De ahí surge en un comienzo, que llegaran a utilizarse los cinturones blancos y negros. Luego por motivos pedagógicos – saber en qué parte del aprendizaje se encontraba cada alumno – se unificaron los grados en siete Kyus: blanco, amarillo, naranja, azul, verde, morado y café; y luego los Danes: negro de primer a quinto dan y blanco-rojo de sexto en adelante. De esta forma, a cada grado le correspondían determinados conocimientos.

Cuando la participación femenina se fue haciendo más común, se advirtió que les era más fácil aprender con perfección las técnicas, aunque se demoraban mucho más en que estas fueran lo suficientemente eficaces. Reconociendo esta diferencia, se optó por crear grados distintos para hombres y mujeres hasta que el nivel se equiparara. De esta forma, fue posible enseñarles más técnicas y kata a las mujeres y darles un tiempo mayor para su fortalecimiento. Después de cinturón blanco, las mujeres recibían el cinturón rojo que les permitía aprender lo de amarillo y naranja en un solo grado y luego ascender a azul o verde.

Valorando estas diferencias, antiguamente incluso en la Ceremonia de Saludos, tanto las mujeres como los niños se sentaban en la primera fila, indicando que requerían de una atención y cuidados especiales, por ejemplo no caer con mucha velocidad y cuidar a quienes están en crecimiento de exigencias físicas, entre otros.

Esta costumbre fue entendida como una suerte de discriminación al masificarse la participación femenina y por tanto, muchos optaron por no hacer diferencias en el Dojo y aplicar la graduación de los 7 Kyus.

Después de más de 40 años dedicado a la enseñanza y la experiencia de contar con muchas mujeres participando en la Escuela, como profesor me es claro que las diferencias deben ser respetadas, tanto de sexo y edad, como de condiciones individuales para el aprendizaje. Por esto creo de gran beneficio volver a la antigua costumbre y recobrar el uso del cinturón rojo.
Es así que consulté con varios practicantes y profesores de larga experiencia, y me manifestaron su acuerdo, lo que reafirma que ésta es una decisión muy adecuada, que permitirá que tanto la entrega como la adquisición de conocimientos, sea más fluida.

Inauguración del nuevo Dojo

Dojo Bernardo Olivari

Nuestro Dojo, que originalmente era una simple estructura construida a solicitud mía por nuestro querido karateka Claudio de la Cerda, de pilares de madera y cubierta por tela y plástico, el 2020 enfrentó una ampliación necesaria.
A Bernardo, nunca le gustó mucho la idea de algo tan simple y pensaba que teníamos que tener un lindo lugar donde poder recibir orgullosos a más personas, así es que cuando se propuso una ampliación, él quiso dirigirla y ejecutarla. Ya se había declarado su enfermedad y se puso de lleno a trabajar, para meses después, venirse a vivir al Dojo y así es como dispuso de tiempo completo.
Con la ayuda de sus maestros, de Marcela Asenjo, su cuidadora y amiga, y de algunos alumnos, en medio de la pandemia su obra fue tomando forma enteramente de acuerdo a sus diseños e ideas.
Días después de su fallecimiento, el lunes 28 de Diciembre recién pasado hicimos la inauguración con sus familiares y el 29 con los karatekas, esto debido a las exigencias de aforo. Ambas ocasiones estuvieron llenas de emoción y agradecimiento por este legado que tanto nos servirá y que disfrutaremos mucho en su memoria.
En la inauguración con su familia se explicó el significado de Dojo, de la Kamidana y diferentes elementos que lo componen y así como del valor que encierran para nosotros.
A continuación algunas fotos del nuevo Dojo y agradecimientos a todos quienes lo hicieron posible, especialmente a Bernardo Olivari, de quien lleva su nombre.

(Fotografías por Sarab Nidhan)