Este entretenido arte marcial se desarrolló a partir de herramientas de trabajo agrícolas. Un palo largo para cargar peso, perforar el suelo o empujar una embarcación, una parte de un rudimentario arado, una hoz para cortar gavillas, un par de palos para golpear la gavilla y obtener el grano, un machacador de granos para quitar la envoltura de los granos…
Gracias al ingenio fueron transformadas en poderosas armas para la defensa.
Su práctica como tales ya no se justifica pero como instrumentos de desarrollo muscular, de la espacialidad, de la coordinación son insuperables.
Nuestras clases de kobudo comprenden Bo, Tonfa, Nunchaku, Kamá y Tonfa.